El viaje comienza en la ciudad de Urgench, donde le encontraremos en el aeropuerto de la ciudad. De aquí saldremos para la ciudad de Khiva, donde nos alojaremos en el hotel y cenaremos probando los platos típicos de la cocina de Khorezm.
La primera mitad del día estará dedicada a la visita de los monumentos arquitectónicos de la ciudad de Khiva, tales como el minarete y la madraza de Islam Khodja, la ciudadela de Kunya Ark, la madrasa de Mukhammad Rakhimkhan, la mezquita Djuma y otros más. Cabe destacar la construcción magnífica del minarete Kalta Minor cuya altitud debería alcanzar unos 130 metros, pero ha finalizado alcanzando unos 29 metros. ¿Por qué? Sobre ello hay muchas versiones y leyendas que sin duda le gustaría escuchar.
En la segunda mitad del día nos partiremos a la antigua ciudad de Bukhara a través del famoso desierto de Kizil Kum. Precisamente por aquí en la antigüedad pasaba la Gran Ruta de la Seda. A la ciudad de Bukhara llegaremos por la tarde y al probar los platos de la cocina de Bukhara (no se olviden de compararlos con los platos de Khorezm). Al terminar la cena nos vamos a dormir – ya que mañana nos espera la Sagrada ciudad de Bukhara.
La primera mitad del día se dedicará a la visita de la ciudad de Bukhara – veremos Ark, la ciudadela de los khanes, visitaremos la tumba de la dinastía de los Samánidas – el mausoleo de los Samánidas. Nos sorprenderán el minarete y la mezquita de Kalan y si se desea, vamos a comprar los recuerdos en los puestos comerciales de Bukhara.
En la segunda mitad del día nos partiremos a la ciudad de Samarcanda, la ciudad que con razones se llama “La perla del Oriente”. Después de alojarnos en el hotel y al probar los platos de la cocina de Samarcanda (en Uzbekistán en cada ciudad grande se ha formado su propia cocina única), vamos a pasar la primera noche en la capital de Tamerlán.
El cuarto día estará dedicado a la visita del observatorio de Ulugbek (uno de los primeros observatorios que tenía sextante), mausoleo Gur Emir (justo aquí fueron enterrados Tamerlán y sus descendientes), mezquita de Bibi Khanum (con la que está relacionada una leyenda bonita), necrópolis de Shakhi Zinda (uno de los lugares místicos del Oriente) y otros más.
Más tarde vamos al aeropuerto donde nos despediremos, pero no para siempre, ya que esperamos verle de nuevo en el soleado Uzbekistán!