Puente divisorio de aguas
El puente se construyó a principios del siglo XVI por orden de Mukhammad Shaybanikhán, el fundador de la dinastía Shaybánida que gobernaba en Bukhara y Khiva. Antes en este lugar había otro puente antiguo construido en los siglos V- VI, luego lo reconstruyó Amir Temur. A mediados del siglo XV el puente fue destruido por alud (corriente espontánea de montaña).
Según la leyenda, Shaybanikhán una vez más cruzando el río con mucha dificultad ordenó construir un puente nuevo. Especialmente para ello se construyó una presa que bloqueó el impetuoso río Zerafshán.
Hasta hoy en día de todo el puente queda sólamente el arco. Por eso es prácticamente imposible determinar qué longitud tenía el puente y cuántos arcos tenía originariamente. Se supone que el puente era de 200 metros de largo y consistía de siete arcos.
Tampoco se sabe cuándo y en qué circunstancias el puente comenzó a destruirse. El ingeniero Bogoslovsky envíado con la misión diplomática de la Rusia Zarista a Bukhara en 1841 escribió en su diario, que había visto el puente ya destruido, aunque ése todavía tenía tres arcos. Se supone que los terremotos de los años 1886 y 1898 destruyeron dos arcos, en el resultado de que hoy en día de esta construcción grandiosa queda sólamente un arco.
El arco conservado está sobre una base fuerte, resistió cinco siglos y según los pronósticos durará unos cinco más.
El puente atrae por su diseño técnico extraordinario. En aquel entonces, cuando todavía no existía el cemento, los arquitectos de Samarcanda consiguieron crear un mortero, parecido en lo máximo al cemento actual. En diferentes sitios, dependiendo del grado de contacto con el agua, se utilizaron el yeso, cal y ceniza de plantas.
Véase también: Hoteles de Samarcanda