Madraza del Jeque Abdulkasim
La madraza del Jeque Abdulkasim se construyó en 1850 y junto con el mausoleo de Khonakoyi Muyi Muborak formaba parte del mismo conjunto situado en el distrito histórico de Beshagach. Khonakoyi Muyi Muborak es un edificio con cúpula construido en el siglo XVI, aquí se guardaba el pelo de la barba del Profeta Mahoma.
Inicialmente la madraza era de un solo piso, pero en 1864 se añadió el segundo. Aparte de la madraza y el mausoleo, el conjunto constaba también de una mezquita de madera, sardoba (aljibe abovedado), plaza con fuentes, khamam y un pequeño cementerio. Más tarde muchas de estas construcciones se destruyeron, incluso por el terremoto de 1946.
Hasta hoy en día ha sobrevivido solamente la madraza. El edificio consiste de veinte celdas (habitaciones), cuyas paredes están decoradas con las inscripciones del Corán y versos – beit.
El edificio se construyó en el siglo XIX en estilo de la época del Renacimiento Oriental– la entrada representa un alto portal con la fachada decorada con nichos ojivales, en las esquinas se elevan las torres “guldasta” (ramo de flores). Dentro se encuentra un gran patio rectangular, “darskhona” (aula de estudios) y salas de oración. Por el perimetro del patio se ubican las celdas (habitaciones). Cada una de las habitaciones tenía lavabo y horno, lo que en aquel entonces se consideraba un lujo.
El jeque Abdulkasim era uno de los intelectuales más conocidos no sólo en Tashkent, sino en todo el alrededor. El famoso historiador y etnógrafo Nikolay Petrovich Ostroumov en sus obras destacó a Abdulkasim como a “uno de los habitantes más honestos de la ciudad, que gozaba de mucho respeto en la sociedad”.
Se sabe que Abdulkasim en 1850 asignó de sus medios personales una cantidad de 30000 rublos (un dineral en aquel período) para la construcción de la madraza y, además, pagaba anualmente por los estudios de 150 estudiantes. Esta persona tan noble murió de cólera en 1892, después de que la madraza empezó a llamarse con su nombre.
Hay muchas leyendas relacionadas con el Jeque Abdulkasim. Una de ellas es la siguiente:
En los años 90 del siglo XIX en Tashkent surgió la epidémia de cólera y las autoridades prohibieron enterrar los cadáveres. Sin embargo, la gente seguía con sus tradiciones musulmanas, con lo cual provocaba aún más la difusión de la epidemia. En el momento, cuando la epidemia alcanzó su apogeo y amenazaba convertir la ciudad de Tashkent en una ciudad muerta, los ancianos sabios de la ciudad llegaron a Abdulkasim para pedirle un consejo. Al día siguiente Abdulkasim anunció a la gente que la cólera dejaría la ciudad, porque él la tomó sobre sí. Al pasar unos días Abdulkasim murió, y un día después la epidemia en la ciudad cesó.
Actualmente la madraza del Jeque Abdulkasim continúa desempeñar el papel cultural y educativo. En las antiguas celdas hoy en día trabajan los artesanos de la Asociación Artesanal “Khunarmand”, los profesores de la Academia de Arte de Uzbekistán traen aquí a sus alumnos, para que ellos aprendan el arte en un ambiente creativo rodeados de obras de los antiguos maestros.
Véase también: Hoteles de Tashkent