Alfombras
No hay ni un bazar sin las alfombras, mantas bordadas “suzanne”, gorros y telas “khan-atlás”. Cada novia desea regalar a su novio un gorro bordado por ella. Se sabe que cada región tiene sus gorros tradicionales, los hombres llevan unos gorros, los jóvenes otros, también hay unos gorros para las bodas, para las fiestas y para regalar.
Las alfombras hechas a mano se componen de miles y miles colores que contiene la naturaleza. Son los colores del cielo azul, del agua claro, de las estepas rosadas de la primavera y de los prados verdes... Las raices de la producción de las alfombras llevan produciéndose durante los milenios, tal y como el comienzo de la alfarería.
Mientras los hombres cuidaban y vijilaban su ganado, las mujeres tejían las alfombras. Una máquina de tejer fue representada en las paredes de los antiguos mausoleos egipcios, restos de alfombras se han encontrado en los yacimientos de Asiria, Persia, Babílonia y Grecia. El arte de tejer las alfombras lo tenían los “eskifos” y los “sarmatos”, en la zona montañosa de Altai, en el túmulo de Pizinlik fueron encontradas unas alfombras bien conservadas, que por lo menos tienen dos mil quinientos años. Las alfombras protegían de la humedad y de la canícula, las llevaban durante los viajes largos y con ellos tapaban a los caballos y camellos, de ellas hacían las alforjas y sacos “khurdjum”. Después de la llegada de los invasores árabes, con las alfombras empezaron a decorar el suelo, las paredes en las mezquitas y madrasas. Pero no se perdieron las tradiciones de la producción de alfombras, hoy en día se conservan en las modernas fábricas de alfombras, donde las hacen a mano y a máquina.