El arte de joyería
La Joyería – es una de las artes más antiguas de Uzbekistán, el secreto del cual ya desde hace varios siglos se transmite de generación en generación. Los primeros objetos de joyería encontrados en el territorio de Uzbekistán, que se remontan al siglo XII antes de Cristo, cuando ni existía Tashkent, ni Bujara o Samarcanda.
En los tiempos en los que en Egipto todavía gobernaban los faraones, y los muros de Troya protegían de forma fiable a sus habitantes, en Asia Central ya se hacían joyas de bronce, plata y de oro. El "Tesoro Amu Darya" y el tesoro encontrado en el fuerte Dalverzintepe, dan una oportunidad para hablar sobre el hecho de que los pueblos indígenas no sólo eran capaces de hacer joyas, sino también tuvieron éxito en el asunto en gran medida. El peso total de la joyería de metales y piedras preciosas encontrados en Dalverzintepe es de 32 (¡!) kilos. Es el siglo V antes de Cristo - el tiempo en el que Alejandro Magno aún no había nacido. Todo esto hoy se puede ver en los museos del país.
Antes de la llegada de los árabes a Asia Central, la joyería no es que se utilizaba como una decoración, sino como talismanes mágicos – la mayoría de los tesoros encontrados están hechos en forma de amuletos que representan a dioses o a tótems con animales.
En la Edad Media en Uzbekistán fueron muy populares las joyas de tales piedras como cornalina, turquesa o la perla. Se consideraba que daban buena suerte en las batallas, mejoraban la vista, conferir buena salud.
Sin embargo, verdadero auge del arte de la joyería en Uzbekistán coincidió a los siglos XIX-XX, cuando los joyeros (en uzbeko "zargars") adornaban casi todo – desde las dagas y bridas hasta los utensilios y los zapatos. Fue precisamente en el siglo XIX a Uzbekistán se trasladaron los maestros de otros países como India, Persia, el Cáucaso, China, por supuesto, cada uno con su visión y sus secretos. Con el tiempo, en el negocio de joyería en Uzbekistán fueron introducidas las tradiciones de otras culturas, lo que aportó gran beneficio.
Por desgracia, a finales del siglo XIX los colonizadores rusos comienzan a importar a Uzbekistán las joyas de oro acuñados y los artesanos locales no consiguen competir con los productos baratos y asequibles.
La fabricación de joyas fue olvidada por el momento, pero los secretos seguían transmitiéndose de padres a hijos. A mediados del siglo XX las tradiciones de joyería empezaron a revivir, y a finales del siglo XX ya estaban a otro nivel de hace un siglo.
Hoy en los estantes de nuevo, se puede ver la joyería, hecha según las tradiciones del pueblo uzbeko. En las antiguas ciudades del país como Bujara, Samarcanda, Tashkent, Kokanda y Jiva, no sólo se pueden adquirir, sino también se puede observar personalmente el proceso de la fabricación de joyas. Sí, todavía existe la producción de joyas en la fábrica, pero las joyas hechas a mano, ya se valora mucho más que su competencia. El arte de Joyería de Uzbekistán - es una cultura rica y única que está reviviendo, conservando los conocimientos y trucos del oficio, acumulados durante miles de años por los antepasados.
Los viajes son una buena oportunidad para enriquecerse con las joyas únicas de Uzbekistán.
Véase también: Hoteles de Kokanda