Vamos a realizar juntos un interesante viaje a lo largo de la Ruta de la Seda, al final del que disfrutaremos de la naturaleza única de las montañas de Chimgán y del embalse de Charvak.
La primera parada va a ser en la capital de Uzbekistán - la ciudad de Tashkent. Aquí vamos a visitar el Monumento de Valentía – el monumento que está estrechamente relacionado con el terromoto del año 1966, cuando prácticamente toda la ciudad de Tashkent se quedó destruida. Después vamos a la plaza de Amir Temur alrededor de la que se han construido las obras maestras arquitectónicas de diferentes épocas. Cada uno de los monumentos, al igual que la plaza, son únicos por su contrucción y transmiten el espíritu de la ciudad de Tashkent, que es una ciudad moderna y al mismo tiempo una ciudad antigua. Después continuaremos nuestro viaje visitando el casco antiguo de la ciudad oriental de Tashkent, visitaremos las mezquitas, madrasas y la plaza histórica de Khadra.
El segundo punto de nuestro viaje va a ser la antigua Samarcanda donde visitaremos los monumentos de la época de gobernación de Temurídas, podremos ver la tumba del gran Tamerlán y comprobar las leyendas místicas que envuelven la necrópolis de Shakhi Zinda.
De Samarcanda primero vamos a la patria de Tamerlán, que es la ciudad de Shakhrisabz y luego a la noble Bukhara. En Shakhrisabz hay que conocer en detalle las ruinas del palacio de Ak Sarai – la creación única con una altitud de 18 plantas.
En Bukhara pasaremos dos días completos, aunque falta toda una vida para recorrer y ver todos los monumentos de esa antigua ciudad-museo. El primer día nos espera una excursión a pie por las calles de la ciudad. El segundo día visitaremos las afueras de la ciudad, ya que a las afueras de Bukhara se encuentra el palacio de Sitorai Mokhi Hosa y el conjunto de Bakhauddín Nakshbandi.
El séptimo día saldremos a la ciudad de Khiva. El viaje dura casi un día entero, vamos a observar el misterioso desierto de Kyzyl Kum sobre el que antes se creaban las leyendas. Así en tiempos de la Gran Ruta de la Seda ese trayecto de camino se consideraba uno de los más complicados y no toda la gente podía aguantar el paso a través de las arenas inanimadas. Además, según la leyenda, en las arenas habitan unos monstruos míticos que a veces se ven incluso hoy en día.
El octavo día de nuestro viaje a su llegada a Khiva pasearemos por Ichan Kala, donde puede ver el famoso y legendario minarete de Kalta Minor. El minarete debía ser el edificio más alto en todo el Oriente y alcanzar una altura de 110 metros, pero no ha sido acabado. ¿Por qué? Sobre ello va a saber cerca del minarete al lado del cual se encuentra una de las madrasas más grandes de Asia Central. Por la tarde cruzando el río Amudarya llegaremos al campamento de yurtas de Ayaz Kala.
En Ayaz Kala, adonde llegamos el noveno día de nuestro viaje, podremos trasladarnos al oriente medieval y vivir en las verdaderas yurtas. Quien sabe, tal vez en alguna de ellas una vez hubiera dormido Tamerlán pensando en la siguiente batalla. Pasando en las yurtas todo el día (y tal vez montando en camello) saldremos a la ciudad de Urguench donde cogeremos el avión para volver a Tashkent.
En la capital de Uzbekistán estaremos poco tiempo, porque nos espera Charvak. Dependiendo de la temporada del año podremos bañarnos o disfrutar de la vista panorámica de majestuosas montañas.
Al día siguiente, el undécimo día del viaje, regresaremos a Tashkent donde ha comenzado nuestro viaje a lo largo de la Gran Ruta de la Seda. Aquí nuestro viaje va a terminar y nos vamos a despidir. Pero no decimos adiós, ya que sinceramente esperamos que vuelva a visitar el mágico Uzbekistán y la siguiente vez emprendamos un nuevo viaje por las ciudades del Antiguo Oriente.